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Monero nace en abril de 2014 con un propósito: el de aportar una alternativa centrada absolutamente en la privacidad y que además no estuviese basada (como muchas otras) en el código de bitcoin.
Eso la ha convertido en una alternativa cada vez más atrayente en diversos ámbitos, pero sobre todo en un uno inquietante: el del cibercrimen.
Inicialmente, fue creada con el nombre de Bitmonero, pero pronto adaptó su denominación actual. Monero significa moneda en el idioma esperanto (lengua internacional creada en 1887).
Monero se le relacionó con el cibercrimen y el supermercado de productos ilegales de Internet. Por tal razón, es de las criptomonedas que más se revalorizó en 2016.
En junio de 2017, AlphaBay (red oscura) fue intervenido y cerrado por las fuerzas de seguridad. A pesar de esto, el precio de Monero se ha disparado en 2017, revalorizándose más de 18 veces su valor desde primeros de año. Es decir, su valor ha pasado de los 15 a los 350 dólares en 2017.
La privacidad y el anonimato de Monero también son útiles en otros ámbitos. Como hemos visto, la criptomoneda ha sabido reponerse y dispone de características diferenciales respecto al resto de monedas digitales.
Forma parte del mundo de las criptomonedas, invirtiendo en iCashweb.
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